Saber mirar más allá de los defectos y carencias ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 46/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 21.- Saber mirar más allá de los defectos y carencias.

 

"Si quieres montarte en una mula sin defectos, acabarás siempre yendo a pie" (Miguel de Cervantes).

 

"Si sabes mirar en tus semejantes más allá de sus defectos, más allá de sus virtudes y más allá de sus carencias y apariencias, descubrirás a un ser humano, ni más ni menos vulnerable, defectuoso y limitado que tú mismo".

 

Creo que fue en Zaragoza, hará unos siete años, con motivo de la aparición de uno de mis libros, yo daba una conferencia en el teatro Fleta, cuyo título era: "Saber vivir y ser felices hoy". Se me acercó al final un joven de unos veinticinco años y me dijo que había traído a su abuelo de ochenta y seis años porque me leía en 'El Semanal' (Taller de Editores) y necesitaba hacerme una consulta. Pedí perdón y permiso a tanta gente que deseaba hacerme preguntas y me dirigí al lugar donde se encontraba un hombre bajito y de dulce mirada agradecida: "Dígame, amigo, ¿qué desea preguntarme?". "Usted -me dijo en voz baja y entrecortada- ha dicho cosas preciosas sobre cómo hay que vivir para ser felices, pero ¿cómo se puede ser feliz con alguien que tiene el defecto de encontrar a todo defectos y para quien nunca haces nada bien?". Me quedé unos instantes pensativo mientras le abrazaba cariñosamente con mi brazo derecho y le dije: "No hay medicina psicológica, amigo mío, que yo ni nadie conozca, salvo hacerse a la idea de que quien tiene a su lado a una persona así la acepta, como acepta tener lunares o los ojos pequeños y decide no darle mayor importancia o bien se separa de esa persona. El defecto de verle a todo y a una persona en concreto defectos difícilmente se corrige, porque quien tiene "el defecto de ver defectos" necesita patológicamente esta práctica para no ver los suyos propios. Los vería si tuviera un poco de humildad, pero no la tiene".

 

En honor a la verdad, debo reconocer que 'el defecto de ver defectos' es bastante común, lo tenemos todos, salvo algún mortal muy avanzado en el camino de la perfección. El problema está cuando sólo hay ojos para los defectos de alguien muy cercano (esposa, hermano, compañero de trabajo) y no se acierta a descubrir ninguna virtud y cualidad en esa persona. Vivir con alguien que siempre tiene razón y que para sus defectos y errores es un topo y para los tuyos un lince es muy duro de sobrellevar.

 

Si el amable lector conoce algún caso de una persona habituada a ver permanentemente defectos en los demás y que se ha corregido de verdad, me encantaría que me escribiera dándome detalles.

 

Antes de criticar los defectos de alguien deberíamos echar un vistazo a los nuestros, porque sólo nos molesta en los demás el ver reflejados nuestros propios defectos. Nunca nos molestan los defectos que no tenemos por paradójico que parezca. Resultaría inútil tratar de encontrar a un ser pluscuamperfecto, sería insoportable para un mortal vivir junto a tanta perfección...

 

Tratemos de ver más allá de las limitaciones y defectos de nuestros semejantes. Recordemos que si nos molesta algún defecto en alguien es una prueba evidente de que somos portadores del mismo defecto que criticamos y optemos, como suele hacer el aprendiz de sabio, por descubrir lo más aceptable, meritorio y positivo de los demás y algo se nos pegará, algo adelantaremos en perfección.

 

En cualquier caso, que no cunda el pánico en este tema porque, como bien dijo La Bruyère, a veces cuesta mucho más aliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes.

 

(Bernabé Tierno)