Incertidumbre y seguridad ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 63/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 38.- Incertidumbre y seguridad.

 

"La vida es duda, y la fe sin duda es sólo muerte" (Miguel de Unamuno).

 

"Puede que sí... puede que no"... No hay nada seguro bajo el sol, y el aprendiz de sabio no tarda en aprender a vivir y a convivir sin inquietarse con la incertidumbre y la inseguridad de la que no puede librarse ningún mortal. La mayor seguridad a que podemos aspirar es a aceptar de buen grado la inseguridad que nos asiste como una constante en nuestras vidas".

 

Dice Unamuno que la fe se mantiene resolviendo dudas y volviendo a resolver las que de la resolución de las anteriores hubieran surgido, porque en realidad la vida del hombre sobre la tierra es duda.

 

Para Aristóteles la duda es el principio de la sabiduría, para Francis Bacon es la escuela de la verdad y para Montaigne es la mejor almohada para una cabeza equilibrada. Emmanuel Kant mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbres que sea capaz de soportar, y yendo más lejos José Ortega y Gasset aconseja a todo enseñante que enseñe a sus alumnos a dudar de lo que él mismo enseña...

 

Y el ser humano busca afanosamente certezas, seguridades, verdades absolutas que le garanticen, que le aseguren... vana pretensión porque "nada hay seguro bajo el sol".

 

Lo verdaderamente inteligente y práctico es convencerse cuanto antes de que todo en nuestro rededor puede ser y puede no ser. Mañana podemos seguir vivos o morir. Hoy podemos tener salud, pero eso no nos garantiza que mañana o dentro de una semana no estemos enfermos. ¿Por qué nos inquietamos ante la incertidumbre y perdemos el tiempo y las energías buscando una seguridad, una certeza que nadie nos puede dar?

 

El aprendiz de sabio hace tiempo que opina como Montaigne, que cuanto más se duda más se sabe, y que la mayor "seguridad" a que podemos aspirar es a convivir tranquilos, con la incertiumbre que todo lo inunda, y aceptar que lo que hoy es, mañana puede no ser o ser de forma distinta.

 

No confundir duda con indecisión. El indeciso queda paralizado y no actúa por miedo a cometer errores. La persona que duda, por el contrario, actúa y toma decisiones sin temor a equivocarse porque sabe que es normal equivocarse y que de los errores se aprende, sabe que nada es seguro, pero esta convicción no sólo no le impide actuar, sino que le impulsa a vivir, a hacer cosas y a ser una persona segura dentro de la inseguridad en que todos estamos inmersos y de la que nadie puede escapar.

 

(Bernabé Tierno)