Siempre tú mismo, siempre distinto ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 91/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 66.- Siempre tú mismo, siempre distinto.

 

"Si nos resistimos a que la herencia, a que lo circunstante nos impongan unas acciones determinadas, es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros, el origen de nuestros actos. Cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo. Y este querer él ser él mismo es la heroicidad" (José Ortega y Gasset).

 

"Aprende cada día a ser "tú mismo", pero no lo mismo. Si haces lo mismo siempre y todas las cosas de la misma manera, cada hora y cada día de cada semana y de cada mes, la carcoma de la monotonía no tardará en aparecer. La ilusión, la motivación y el entusiasmo habrán desa-parecido de tu vida cotidiana; te sentirás aburrido, aburrirás a los demás y probablemente caerás en la depresión. Como buen aprendiz de sabio debes mantenerte en constante renovación, descubrir, realizar y potenciar una nueva faceta tuya cada día y aprender cosas nuevas, conocer a nueva gente, viajar a lugares distintos...".

 

De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que causa más estragos, afirma Santiago Rusiñol. Ser "tú" con tus defectos, tus rarezas, tus limitaciones y también con tu encanto, porque no admites el engaño, no te pones caretas y siempre te manifiestas en tu plena autenticidad, no sólo es prueba de carácter, sino algo muy de agradecer: te muestras a ti mismo, no a un sucedáneo.

 

Ahora que tantas mujeres y hombres se hacen "arreglitos" de liposucción, estiramiento de piel y "retoques" en la nariz, los ojos, los pómulos, los glúteos, etc., uno no sabe cuánto queda de verdad de aquella persona que conociste hace años. ¿Cuántos pechos de muchas mujeres de hoy, aunque sean jóvenes, son auténticos? No es tan difícil averiguarlo, por más milagros que los cirujanos estéticos puedan hacer, porque lo que es natural siempre se nota. ¿Puede deducirse de mis palabras que estoy en contra de la cirugía estética? ¡Dios me libre! Si existe un defecto físico notable que te crea problemas de seguridad y de autoestima y el especialista te da garantías (las que puede dar) de que no corres peligro, tan loable es la decisión de operarse como la de aceptarte tal como estás y seguir con el caballete en la nariz y tus arrugas.

 

La reflexión que nos ocupa no tiene que ver tanto con la autenticidad de nuestro físico como con la autenticidad de nuestra forma de ser y de comportarnos. La impronta de tu personalidad, aquello que te define y distingue de los demás que todos valoran y conocen es tu mismidad. No te hagas ninguna "cirugía estética" que cambie tu configuración porque dejarías de ser plenamente tú. Conserva, por tanto, la espontaneidad de tu carácter, pero huye de la monotonía, del aburrimiento, de la uniformidad. Aprende de la naturaleza que es auténtica, plena y bella precisamente porque sigue siendo ella misma en su inmensa variedad: días de sol, de viento, nublados, en calma, tempestuosos, lluviosos... todos nos hablan de la riqueza de expresiones y de matices de la madre naturaleza.

 

El aprendiz de sabio es plena y auténticamente él mismo cada día porque resalta, potencia y activa también cada día algo que le hace distinto, renovado, más atractivo, servicial, afable o simpático. ¡Qué importante es en todo tipo de relaciones, pero especialmente en las conyugales y de pareja, ser cada día uno mismo, pero no lo mismo!

 

Reflexiona sobre este punto y desde hoy llévalo a tu vida cotidiana.

 

(Bernabé Tierno)