Forja del destino ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 108/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 83.- Forja del destino.

 

"Muchas personas pasan por la vida suicidándose parcialmente... destruyendo sus habilidades, energías, cualidades creativas. El aprender a hacerse bien a sí mismo es a veces más difícil que aprender a hacer el bien a otros" (Joshua Loth Liebman).

 

"Desde el nacimiento hasta la muerte, cualquier mortal labra, construye y determina su suerte, su presente, su futuro y su destino con su forma de pensar, sentir y obrar, día tras día...".

 

Seguimos insistiendo en la misma idea... ¿Le suena algo al lector la frase: "Nuestras vidas son la obra de nuestros pensamientos"? Al aprendiz de sabio no es que le suene, sino que es plenamente consciente de que se vive como se piensa, y muy pronto decide hacerse cargo de sí mismo y empuñar con vigor, resolución e inteligencia las riendas de sus pensamientos, emociones y actos. No tarda en averiguar que en todas las vicisitudes de la vida la cuestión no es tanto lo que nos sucede, sino la reacción que tenemos, la respuesta que damos y de cómo nos comportamos ante los acontecimientos y ante las personas.

 

Consciente de que, se mire como se mire, "todo es mente" en buena medida, recurre a la visualización y a las afirmaciones positivas, aprendiendo de J. Milton que "nuestra mente, por sí misma, puede hacer del infierno un cielo y del cielo un infierno".

 

Pero, ¿dónde está la verdadera razón de la realidad de las posibilidades que se nos atribuyen a los seres humanos? ¿Por qué es tan poderosa nuestra mente?

 

Porque todos somos "dioses en miniatura", somos obra de Dios y por cada átomo de nuestro ser corre la inmensa e inagotable energía del universo, que todo lo ha heho posible. Por eso ya estamos completos y lo único que tenemos que hacer es realizarnos en cada instante, ser plenamente lo que somos como lo son todos los seres de la creación, pero de una forma más sublime, especial y placentera, porque estamos dotados de inteligencia y de sentimientos. Además, tenemos capacidad de acción, tenemos  voluntad, tenemos pensamientos. Con lo que ya somos vamos labrando y determinando nuestro destino de personas que piensan, sienten y actúan. No todos los seres de la creación tienen estas tres posibilidades maravillosas. A los animales, nuestros hermanos menores, les rigen sus instintos y su genética, a los vegetales sus componentes químicos y orgánicos. Solamente los seres humanos somos esos "pequeños dioses" que podemos ir construyendo y determinando en buena medida nuestra propia existencia.

 

Por eso el aprendiz de sabio es muy tozudo y no cesa de repetir que el aprendizaje más fundamental, que está por encima de todos los demás, es el de dirigir la propia vida. Algo que nadie puede hacer por otro, ya que son los pensamientos, sentimientos y acciones convenientemente dirigidos los que definen, determinan y construyen la vida de las personas.

 

(Bernabé Tierno)