Un dios en cada persona ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 109/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 84.- Un dios en cada persona.

 

"La vida no es ni un bien ni un mal, sino el lugar del bien o del mal, según que el hombre practique lo uno o lo otro" (Michel de Montaigne).

 

"Recuerda que hay un dios en cada persona (Dios nos creó a su imagen y semejanza), y, en consecuencia, ahora mismo ya estás completo y no necesitas nada para sentirte bien e incluso feliz, en las situaciones más cruciales y críticas de tu vida".

 

¿Sabes lo que significa que hay un dios en cada persona? Que cualquier mortal desesperado, quejumbroso y sin la menor esperanza de rehacer y reorganizar su vida tiene en sus manos la posibilidad de realizar el milagro humano de cambiar de actitud, y todo será completamente nuevo y distinto. "Todo eso es muy bonito y está muy bien, pero ¿cómo se hace?". ¡Haciéndolo! Dejando el lamento, la queja y el desánimo para siempre y admitiendo, de una vez por todas, que lo único importante es tu actitud firme y rocosa de absoluta confianza de que todo irá a mejor, antes o después, en lugar de refugiarse cobardemente en el lamento, la queja y el hundimiento físico y psíquico.

 

El aprendiz de sabio decide actuar con valentía, coraje y esperanza y convertirse, en el peor de los casos, en un entusiasta superviviente, como lo hacía un excepcional ser humano, que se expresaba con este temple al hablar de su enfermedad: "Lo más importante que he aprendido ha sido dejar de morirme de cáncer y empezar a vivir con el cáncer. He decidido dominar la muerte, viviendo la vida".

 

Hay otra reflexión que hoy quiero compartir contigo y es que la vida no es un valle de lágrimas, sino que somos nosotros con nuestras conductas quienes la convertimos en un valle de lágrimas. Montaigne, en la misma línea de pensamiento, afirma que la vida es un bien o un mal, según que el hombre practique lo uno o lo otro.

 

En el apartado cincuenta y ocho me hacía eco de la noticia que aparecía en portada de todos los periódicos, verdaderamente escalofriante, sobre la matanza que llevaron a cabo los terroristas chechenos en un colegio de Osetia del Norte. Acabo de ver los vídeos de la carnicería y no logro reponerme de mi perplejidad y de mi dolor. Que ya no se respete ni a los niños, y que el odio y el fanatismo hayan llegado a tocar fondo con su conducta y su desesperación sólo nos demuestra lo que yo no ceso de repetir: que hemos avanzado en lo científico, en la sanidad, en incontables descubrimientos, pero en cuanto a la humanidad y el crecimiento en bondad del individuo humano, no sólo no hemos avanzado, sino que a mi juicio estamos asistiendo a una involución.

 

Para proyectar, diseñar una matanza en frío, con la intención de matar a niños y adolescentes inocentes, en su propio centro educativo y rodeados de sus padres y profesores, hace falta ser el espécimen más diabólico, lleno de odio y sin ningunos principios. Un reptil sin entrañas que no tiene derecho a vivir. Estos seres de odio, satánicos y sin entrañas son los que hacen que la vida llegue a convertirse en el infierno en que se está convirtiendo. Que cada cual, con el granito de arena de su bondad y de sus nobles acciones, contribuya a que el mundo sea ese lugar de bien que todos deseamos.

 

(Bernabé Tierno)