Amor insaciable, persona insoportable: Necesidad imperiosa y desmedida de amar y ser amado ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 8/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Primera parte: Las doce necesidades insatisfechas, imperiosas, desmedidas, que son consecuencia de nuestros vacíos del alma y nos hacen infantiles, insensatos y desgraciados.

 

- 3.- Amor insaciable, persona insoportable: Necesidad imperiosa y desmedida de amar y ser amado.

 

"El primero y más fundamental derecho es el derecho al amor" (Phil Bosmans).

 

Como afirmo en mi libro 'La fuerza del amor' (Temas de Hoy, Madrid, 1999), el amor es la fuerza que más unifica los procesos de la personalidad. De la misma manera que buscamos la verdad no sólo con la cabeza, sino con todo nuestro ser, como decía san Agustín, también podemos decir que amamos con todo nuestro ser, ya que el amor moviliza nuestros recursos psicofísicos en beneficio de la persona amada y también en el nuestro propio. La fuerza del amor es tan evidente que, hasta para convalidar la verdad necesitamos de él y sin amor es imposible alcanzarla, como reconocía Platón al afirmar "el amor es filósofo".

 

Nadie puede poner en duda la necesidad del amor, como la necesidad del alimento, del aire que respiramos, de la luz, del agua y del sol que nos alumbra. El amor es un sentimiento espontáneo, natural y necesario que no puede imponerse a la fuerza ni por la fuerza puede decretarse su aparición. El componente emotivo del amor, como el de los demás sentimientos, hace que éste surja y desaparezca espontáneamente. Tan incoherente es quien prohíbe amar como quien exige por la fuerza ser amado, ya que todo amor es hijo de la espontaneidad y de la libertad interior.

 

Cuando amamos lo hacemos con todo nuestro ser; ama nuestra mente, nuestra inteligencia, nuestra voluntad; aman todas nuestras potencias y ama nuestro cuerpo con todos sus sentidos. Disponer desde el primer día de nuestra vida de un fuerte y seguro lazo afectivo, que los expertos llaman apego y que no es otra cosa que el amor y la seguridad que nos proporciona nuestra madre, determina y condiciona nuestro futuro.

 

La seguridad y confianza en nosotros mismos, el sentirnos valiosos y capaces de afrontar dificultades y con un buen nivel de autoestima guardan relación directa con la vinculación del niño con sus padres, con el amor incondicional que recibe en los primeros años y que le proporcionará esa gran seguridad que lo hará caminar hacia una pronta y segura maduración psicoafectiva.

 

"La serena razón huye de todo extremismo y anhela la prudencia moderada" (Molière).

 

'Si el amor es tan importante, ¿por qué se convierte en un problema tener la necesidad imperiosa de amar y ser amado?' Porque todas las cosas en demasía, hasta el amor, se convierten en un problema. '¿Cómo se comporta la persona con una necesidad imperiosa de amar y de ser amada?' De forma completamente primaria, inmadura y egoísta, porque sólo piensa en sí misma. Ama de forma posesiva, exigente y hasta impertinente, como si exigiese el amor por decreto y a la fuerza. No entiende que el otro pueda no tener esos mismos sentimientos o con menor intensidad y exigencias. Las razones son siempre: "es que yo te amo con locura y sólo vivo para ti", y con este argumento ya cree que el otro tiene la obligación ineludible de amarle con la misma intensidad, como si amar fuera un acto que dependiera de la voluntad.

 

Necesitar a cada momento pruebas de amor y preguntar constantemente al otro "¿me amas?" demuestra que hay un vacío en el alma, un deseo no satisfecho de ser amado y de ahí la insistencia en demandar amor y también en darlo a raudales con la confianza y la esperanza de ser correspondido.

 

Por mi consulta profesional han pasado bastantes personas con una imperiosa necesidad de amar y ser amadas y su principal problema, y mío como terapeuta, era que llegaran a entender que su ritmo acelerado y sin freno de demostrar y exigir amor no podía sincronizarse con el ritmo normal y a muchas menos revoluciones con que rodaban los sentimientos amorosos de su pareja. El motivo de la consulta, solicitada casi siempre por la persona con una necesidad desmedida de amar, era manifestar que su esposo/a no la quería.

 

En algunos casos y tras varias sesiones de terapia he obtenido buenos resultados, cuando el insaciable en amor ha reconocido que su forma de amar funcionaba a muchas más revoluciones y con más intensidad que la de su amado/a. Ello no significaba falta de amor, sino formas distintas de amar: una con mayor equilibrio y madurez, de forma menos ansiosa y posesiva, y otra más inmadura y desequilibrada, generadora de ansiedad y creando posiblemente graves problemas en la relación amorosa.

 

- ¿Qué hacer para superar la necesidad imperiosa de amar y de ser amado?

 

Además de solicitar ayuda profesional y visitar a un buen psicólogo es fundamental averiguar cómo se produjo el vacío del sentimiento de ser amado. Las carencias afectivas pudieron aparecer en la infancia, en la adolescencia o en las primeras relaciones, fruto de algún desamor. Como siempre, es importante valorar los niveles de autoestima, seguridad en sí mismo, sentimientos de competencia y de valía personal. En la medida en que la persona con necesidad excesiva de amor se ame a sí misma, se acepte, valore y se considere importante y suficiente notará una mayor tranquilidad y equilibrio, y percibirá que esa necesidad no es tan imperiosa, impertinente y exigente con la persona amada. No se puede amar de forma madura si uno no se ama a sí mismo y a la vida, y con un mínimo de alegría, esperanza y ganas de vivir.

 

El que está hambriento de amor nunca podrá ser saciado por un amor que provenga de fuera, precisa unos niveles suficientes de autoamor, de valoración y de reconocimiento de sus valores y cualidades para que el amor que le venga de fuera, por parte de la persona amada, pueda dar sus frutos. El amor suficiente a uno mismo mezclado con el suficiente amor del otro produce como resultado el cóctel de un amor maduro y con esperanzas de futuro.

 

(Bernabé Tierno)