La opinión de los otros ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 44/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 19.- La opinión de los otros.

 

"Si puedes afrontar el triunfo y el desastre, y tratar exactamente igual a esos dos impostores... tuya será la tierra y todo lo que hay en ella" (Rudyard Kipling).

 

"La aprobación y la reprobación, la bendición y la maldición, la alabanza y el vituperio pueden venir de un mismo impostor. Por eso el aprendiz de sabio procura no prestar demasiada atención ni a unos ni a otros e intenta que no alteren su vida cotidiana, su paz, su alegría y sus deseos de vivir".

 

El fracaso, la pobreza y la enfermedad son huérfanos de necesidad. Del éxito, de la riqueza y de la salud, por el contrario, todos se disputan su paternidad. Cualquier persona que en estos momentos, por el puesto que ocupa, ya sea en la política, como en los medios de comunicación sociales o en las finanzas, esté en contacto con el poder y tenga fama e influencia, hará bien en reflexionar sobre la frase de Rudyard Kipling. Si usted ocupa un puesto importante le lloverán los compañeros de infancia, los compañeros de estudio, los familiares lejanos e incontables personas con las que apenas tuvo trato y de los que no se acuerda en absoluto. Querrán una fotografía suya y le recordarán alguna anécdota, vivencia o historia en común, que probablemente no guarda en su memoria... Todos se disputarán su amistad y tratarán de llenar el vacío y la insignificancia de sus tediosas vidas con el destello de fama y poder que usted disfruta en estos momentos.

 

Su partido político pierde las elecciones, usted ya no está en contacto con el poder, la fortuna le da la espalda y se convierte en un menesteroso, entonces puedo asegurarle que todos esos grajos y aves de rapiña que volaban en su derredor huirán despavoridos, y si se los encuentra por casualidad, le rehuirán, volverán la cara para otro lado e incluso serán capaces de decirle que no le conocen de nada.

 

El triunfo y el desastre, el éxito y el fracaso, la fama y el más absoluto anonimato, nada añaden o quitan a la esencia de la persona. Ni somos el éxito ni somos el fracaso; somos lo que es la esencia misma de nuestro ser como personas humanas, pero se nos juzga y valora por las apariencias, por las circunstancias: el estatus social, la fama, las riquezas, la edad, la salud, el poder, la influencia... Pero todas estas cosas que pueden cambiar con facilidad y de un día para otro no forman parte de tu esencia, no son tú, ni dan verdadera consistencia a tu vida.

 

¿Qué es lo que da consistencia a tu vida? La forma en que vives los éxitos y fracasos, sabiendo que estos últimos son guías útiles que te ofrecen una valiosa información para averiguar por qué no sabes convertir tus errores y fallos en sabiduría y experiencia para tu vida futura. En realidad, la mayor parte de los grandes éxitos son consecuencia de la experiencia obtenida tras el error y aprovechada con mucha inteligencia.

 

- Recuerda...

 

Que los problemas, las dificultades y los errores son parte integral y continua de la experiencia cotidiana. Acepta que la realidad de la vida está llena de dificultades, la mayoría de las cuales tienen solución. La actitud del aprendiz de sabio no es otra que pasar a la acción y mantener una actitud positiva como constante, lo mismo ante los éxitos que ante los fracasos, procurando averiguar 'qué' debe hacer, 'cómo', 'cuándo' y 'con qué' medios. Es consciente de que tras el fracaso, si se actúa con inteligencia puede llegar el éxito, simplemente con perseverar cuando los demás ya han desistido, pero en todo caso el éxito no es condición "sine qua non" para ser feliz.

 

(Bernabé Tierno)