Lo permanente y los cambios ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 41/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 16.- Lo permanente y los cambios.

 

"Nadie se baña dos veces en el mismo río" (Heráclito).

 

"A la noche sigue el día, como a la tempestad la calma. Así es la naturaleza y tú formas parte de ella. Por eso, toma conciencia de tus sentimientos y de tus estados anímicos y de cómo alternan los buenos con los regulares y los pésimos. Acepta que las cosas sean así y no te tomes demasiado en serio esas variaciones y alternancias... vivir es cambiar".

 

Hace casi cincuenta años yo era un niño que estudiaba latín, como tantos otros de los años sesenta. Disfrutaba especialmente traduciendo a Horacio y a Ovidio. De este último recuerdo una frase que siempre llevé en mi mente y que me ayuda a vivir con mayor plenitud: "'Tempora labruntur, tacitisque senecimus annis, et fugiunt freno non remorante dies'" (el tiempo corre, y silenciosamente envejecemos, mientras los días huyen sin que ningún freno los detenga).

 

Por motivos profesionales llegan a mi consulta muchas personas que sufren porque en su vida se ha producido un cambio rápido de estado: por enfermedad grave, por péridda de un ser querido o simplemente porque les angustia el inexorable paso del tiempo: "Dios mío, si hace cuatro días yo era una niña que correteaba por estas calles y acabo de casar a mi nieta", se lamentaba una buena mujer, obsesionada con la idea de la muerte.

 

"Ya sabe que la muerte forma parte de la vida y que usted es de esas personas que tiene la inmensa suerte de ver casada a su nieta y dentro de nada será bisabuela. Otras muchas personas no pueden decir lo mismo. Su problema -le dije- es que únicamente valora y se fija en el tiempo que razonablemente puede quedarle de vida, pero ¿qué pasa con todo lo que ha vivido? Todo cambia en este mundo nuestro. Quizá en otras esferas, en otros mundos sea de otra manera. Aceptar esta realidad es madurar, negarla u oponerse a ella es necedad y crearse problemas mentales, físicos, emocionales y ¡no vivir!".

 

No hay cambio en nuestras vidas que no tenga un cierto tinte de melancolía, ya que en cada cambio dejamos trozos de nosotros mismos, pero al mismo tiempo estamos siempre renaciendo a una nueva vida, a nuevas experiencias y vivencias.

 

El aprendiz de sabio, que cada día se siente más en sintonía con la madre naturaleza, sabe que "vivir es cambiar" y que lo inteligente es no aferrarse demasiado a nada, no condicionar nuestra felicidad ni nuestro estado de ánimo ni nuestras ganas de vivir a que todo ocurra como esperamos, sino que suceda lo que suceda y cambie lo que cambie salgamos bien parados, como diría Epicteto. La sabiduría está en disfrutar y vivir plenamente la niñez, la adolescencia y la madurez, pero con menos plenitud, gozo y fruición la vejez.

 

Otro tanto hay que decir de nuestros estados anímicos, de nuestros días grises o de nuestros días de sol. Tan bello es el atardecer como el amanecer, el sol como la lluvia, el huracán como la brisa, la playa como la montaña. El secreto está en saber disfrutar cada tiempo, cada momento, cada cambio, cada novedad, con cada persona y en cualquier lugar, porque a pesar del cambio constante tú estás ahí, como ser irrepetible que acepta el cambio irremediable del universo que te acoge.

 

(Bernabé Tierno)