Saioa Vivanco, bailarina: “Bailar me podría haber hecho muy feliz, pero me hizo enfermar”


Veinte años. La que fuera bailarina, Saioa Vivanco, ha estado ingresada en un centro de salud mental por un trastorno de conducta alimentaria (TCA), más concretamente anorexia nerviosa. Tras abandonar su carrera en el baile comienza un tratamiento psiquiátrico, pero nunca podrá volver a bailar.

 

- ¿Cuándo cree que apareció el trastorno?

 

- Me ha costado mucho encontrar el dónde y el cuándo pero creo que llevo obsesionada desde que empecé a bailar. Quizás no lo he desenvuelto en la comida, pero sí en la obsesión con el cuerpo.

 

- El baile fue su vida. Desde pequeña, en ballet. Muy joven, profesional. ¿Cuándo empezó a bailar?

 

- Con 5 años empecé con el baile clásico, más concretamente el ballet. Y de forma profesional. Comencé en la Escuela De Danza y Coreografía Igor Yebra y en 2018 me mudé a Madrid y entré en el Real Conservatorio Profesional de Danza. Al salir de ahí me fui a Irlanda a trabajar como bailarina. A finales de curso me dieron diferentes becas para irme a diversos países. La directora de la compañía me vio y me ofreció el contrato para una producción. Algunas de las obras que he bailado fueron "El lago de los cisnes" o "Bold moves".

 

- ¿Diría que bailar es su sueño? ¿Qué relación tiene la danza con Saioa Vivanco a nivel emocional?

 

- Diría que bailar me podría haber hecho muy feliz, pero me ha hecho todo lo contrario. Porque me ha hecho enfermar. No por la danza en sí, sino porque no lo he sabido gestionar.

 

- En esta clase de bailes se exijen unos tipos de cuerpo y unas exigencias físicas respecto al peso y las formas. ¿Cómo lo ve?

 

- Creo sinceramente que ante todo debería existir la salud. Más que un cuerpo, un físico, un peso. Un número no dice nada acerca de cómo bailas o de cómo eres. Entiendo que se quieran ver figuras delgadas y bonitas, pero creo que un cuerpo un poco menos delgado podría transmitir mucho más que un cuerpo que se sitúa en semejante extremo, que al final podría asustar.

 

- Se han ido abriendo debates. ¿Qué opina del movimiento de body safe?

 

- Creo que simplemente es una moda más. Una tendencia más. Que es importante, por supuesto. Pero creo que tendríamos que recordar cada uno de nosotros, todos los días. No porque ahora salga en Internet. Lo que se dice en las redes a veces es tan efímero…  No te puedes fiar del todo. Las redes sociales muestran lo que uno quiere. No toda la realidad.

 

- ¿Qué piensa o siente cuando se acerca el momento de comer?

 

- He pasado por mis fases. Creo que la anorexia viene sobre todo dada por el control. No es una enfermedad física, es una enfermedad mental. Desviamos a la comida lo que no somos capaces de expresar. Es como el medio de expresar la tristeza… No lo sé. Cuando no tienes el control de tu vida, sea la situación que sea. Yo he recurrido a la comida, al control de ella. A tener un cuerpo exageradamente delgado y controlado. Es como si se convirtiera en una obsesión. Bajar de peso. Ver que el número de la báscula baja. Es una locura. Sólo piensas en comida, en planear la comida del día siguiente, estrategias para tapar la comida y que los demás no te vean… y aún así cuando estás sola te vistes con ropa ajustada para observar tu cuerpo, porque sigues viéndote… gorda.

 

(Oihana López, La Mordaza, 15/06/21)