Entrega a los demás ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 71/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 46.- Entrega a los demás.

 

"La generosidad no necesita salario, se paga por sí misma" (H. de Liury).

 

"Ama, consuela, acoge, abraza, sonríe, acompaña, perdona, entrega... Sal de ti hacia tus semejantes y dales lo mejor de tu persona. Aunque nada recibieras a cambio, tú ya te has llenado, completado y enriquecido, invirtiendo en el banco universal del amor incondicional, solidario y generoso".

 

Epicteto afirma de una forma bella que el sol no espera a que se le suplique para derramar su luz y su calor cada día sobre nosotros. Si tienes muchas cosas, si eres rico y no careces de nada material puedes enriquecer tu espíritu haciendo partícipes a los demás de tu riqueza, de tus bienes; y si tienes poco, podrás dar poco de lo material, pero mucho de tu bondad, de tu benevolencia y de tu consuelo espiritual.

 

Hoy me apetece reflexionar sobre dos pensamientos clave: el 'primero' referido al bien y gozo que nos depara la noble y generosa acción de dar, consolar, acoger y amar a nuestros semejantes; 'el segundo' pensamiento se centrará en la forma de dar y hacer el bien.

 

'Beneficios que reporta la generosidad', o el salir de uno mismo y dar lo mejor de sí a los demás:

 

- Dar es la mejor manera de recibir.

 

- Cuanto más damos más se incrementa nuestro gozo, porque el bien del prójimo se convierte en bien propio.

 

- Cuando damos algo con alegría siempre nos es devuelto con creces y en mayor medida.

 

- Como decía Marquina: "Oro, poder y riquezas / muriendo has de abandonar, / al cielo sólo te llevas, / lo que des a los demás".

 

'La forma en que damos', es igual de importante que la misma acción generosa. ¿Cómo hemos de dar?:

 

- Con una sonrisa, con agrado. Si vas a dar algo de mala gana, es mejor que no des nada.

 

- Con cara amiga y con el gozo con que socorrerías a tu mejor amigo.

 

- Con oportunidad, cuando tu hermano lo necesite.

 

- Con verdadero afecto, pero sin llamar la atención... "Sin que tu mano izquierda se percate de lo que hace la derecha"...

 

- ¿Hay que dar siempre e incluso e incluso a nuestros enemigos?

 

Dice un proverbio hindú que el árbol no niega su sombra ni al leñador que lo derriba. Tagore viene a decir lo mismo y de forma no menos bella: "El hacha del leñador le pidió al árbol el mango, y el árbol se lo dio". No está al alcance de cualquiera una muestra tan grande de generosidad y de nobleza como ésa. Sólo las almas verdaderamente grandes y excepcionales bendicen a quienes les maldicen y abren los brazos de su corazón a sus más encarnizados enemigos.

 

El aprendiz de sabio todavía no se siente suficientemente entrenado y con fuerzas para hacer el bien a quienes se empeñan en causarle graves daños, pero lo intenta, se esfuerza y comienza a entender que la verdadera grandeza consiste en devolver el bien por el mal.

 

(Bernabé Tierno)