Viaje a uno mismo ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 70/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 45.- Viaje a uno mismo.

 

"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre" (Mahatma Gandhi).

 

"Eres un pasajero de la vida, ligero de equipaje, en tránsito permanente y con un destino muy concreto: tu propia paz interior, la felicidad de cada instante que te cabe en el reducido cuenco de tus manos. Cuanto te sucede es un hecho más, una anécdota en el viaje de tu existencia, que tiene un principio y un fin. El momento que vives ahora mismo, feliz o desgraciado, será reemplazado por otro momento, también feliz o desgraciado. Sentirás paz sabiendo que todo es así y está bien".

 

Este verano de 2004 nos hemos llevado un gran susto en mi familia. Mi cuñado Luis Miguel, esposo de mi hermana Asunción, ha sufrido un infarto pulmonar. Mi hermana me llamó con el alma escapándosele por la boca para decirme que su esposo tenía que permanecer completamente inmóvil porque el trombo que padecía podía llegar al pulmón y todo finalizaría. Han sido unos días de gran preocupación pero, cuando escribo esto, mi cuñado, un hombre todavía joven, está fuera de peligro.

 

Hacía poco que nos habíamos visto en el pueblo (Alberca de Záncara, Cuenca). Él se encontraba perfectamente, sin ninguna dolencia, tan bromista y dicharachero como siempre, y ha visto la muerte tan cerca que ya le había entregado a mi hermana sus llaves, su reloj, su cartera y sus cosas personales.

 

Acabamos de vernos de nuevo en el pueblo, se encuentra muy bien, pero sus ideas, su mente, su discurso han cambiado por completo. A Luis Miguel, ahora, sólo le importa ver el amanecer de cada día y agradecer que está vivo.

 

Cualquiera que haya estado tan cerca de la muerte como mi cuñado, salvo que sea un irresponsable o un necio, sin duda habrá sufrido una importante transformación interior. Lo que antes nos agobiaba o preocupaba, los juicios y las críticas de familiares o amigos, haber cogido un exceso de peso, padecer una pérdida repentina del cabello o que nos hayan robado el coche y cosas por el estilo no nos hacen la menor mella. Por eso es muestra de gran sabiduría seguir el consejo de Gandhi y vivir cada día como si fuera el único de nuestra existencia, el último, y que ya nada tuviera más importancia que el vivir y saborear plenamente esas veinticuatro horas de existencia.

 

Si nuestra existencia es tan corta, tan pequeña como el vaso de agua que cabe en el cuenco de nuestras manos, no la malogremos ni enturbiemos con pesares, desasosiegos, rencores y temores. Si vivéramos doscientos o trescientos años, habría tiempo para crearnos problemas y resolverlos, pero no tiene sentido inquietarse ni complicarse el vivir cotidiano que no es ni tan siquiera un soplo en el tiempo.

 

El aprendiz de sabio lo relativiza todo, casi nada le inquieta ni altera su paz, ocupado como está en saborear cada gota de vida que recibe cada día como un regalo. Sabe que el momento feliz o desgraciado que vive ahora mismo será reemplazado de inmediato por otro nuevo momento también feliz o desgraciado. Está en las manos de cualquiera elegir que el instante sea de felicidad, si se "ocupa" en vivir o desgraciado si se preocupa y lo vive con angustia.

 

(Bernabé Tierno)