Júlia Pascual, psicóloga: "No se debe patologizar lo que es normal"

Qué es la depresión postvacacional y cómo afrontarla: los trucos de los expertos para no caer en ella

 

Se trata de un conjunto de sintomatología que padece la persona cuando se reincorpora a su puesto de trabajo.

 

"Bajo mi punto de vista, no se debería de llamar depresión", indica a 20Minutos la psicóloga Júlia Pascual

 


El fin de los meses de verano y la llegada de septiembre es sinónimo de vuelta a la rutina para la mayoría de los trabajadores, momento en el que es muy común oír hablar de la depresión postvacacional, un conjunto de síntomas que aparecen cuando la persona se reincorpora a su trabajo tras un periodo de descanso.

 

Síndrome o estrés postvacacional son otras dos formas con las que se conoce a esta sensación de malestar por la vuelta a la rutina que, aunque es muy frecuente oír hablar de ella, pocos conocen verdaderamente en qué consiste.

 

"El síndrome vacacional son todo un conjunto de sintomatología que padece la persona cuando se reincorpora a su puesto de trabajo. Es un reajuste, una fase de adaptación a un nuevo cambio", explica a 20Minutos Júlia Pascual (https://www.juliapascual.com/), psicóloga y directora del Centro de Terapia Breve Estratégica.

 

- ¿Existe realmente la depresión postvacacional?

 

Hay mucho debate entre los expertos sobre si existe o no realmente la depresión postvacacional, por lo que la psicóloga aclara que lo primero que hay que tener en cuenta es que no se debe "patologizar lo que es normal", es decir, no se tienen que "patologizar los procesos adaptativos".

 

"Bajo mi punto de vista, no se debería de llamar depresión. Depresión es una enfermedad mental, y el desajuste emocional que la mayoría de las personas padece después de sus vacaciones no acaba de cumplir los criterios suficientes como para llamarle depresión. Por esto, a mi juicio es mejor llamarlo síndrome vacacional", argumenta Pascual.

 

- ¿Cuánto dura el síndrome vacacional? Éstos son sus síntomas.

 

Tal y como explica la experta, los síntomas que se suelen dar cuando una persona padece estrés postvacacional son los siguientes:

 

- Alteración del sueño.

 

- Falta de apetito.

 

- Dolores y tensión muscular.

 

- Cansancio generalizado.

 

La duración del síndrome postvacacional suele estar entre 2 o 3 días, aunque es algo que varía mucho en cada persona y puede llegar a durar hasta 21 días. "Si el malestar persiste hay que valorar que no se acabe transformando en un trastorno adaptativo ansioso, depresivo o mixto"

 

- ¿Qué hacer para evitar el estrés postvacacional?

 

Evitar este síndrome vacacional puede ser posible si se toman en cuenta algunos consejos que consisten, sobre todo, en volver a los hábitos rutinarios poco a poco, de forma progresiva, comenzando días antes de reincorporarse al trabajo, de tal modo que el cambio no sea tan brusco.

 

"La idea es intentar, los días antes de volver a casa, ir adaptando el horario de vigilia y sueño, los hábitos alimenticios que solemos haber perdido en vacaciones, así como la actividad deportiva y el contacto con los estudios, la formación o con nuestra agenda laboral", indica la psicóloga.

 

De este modo, Julia Pascual recomienda no regresar a casa el día antes de la incorporación al puesto laboral, ya que cambiar la tumbona por la silla de la oficina es uno de los cambios bruscos que pueden causar esta sensación de malestar.

 

Por otro lado, también es bueno comenzar unos días antes a acostumbrar el horario de sueño de forma progresiva, ya que tratar de dormirse, de primeras, en el horario habitual puede causar ansiedad y estrés porque el cuerpo no está acostumbrado a los nuevos horarios.

 

Igual que pasa con el sueño, se deben cambiar paulatinamente los hábitos alimentarios. El deporte o la actividad física es otro de los factores que debe retomarse poco a poco, sin forzar el cuerpo en exceso, algo que además podría acarrear lesiones físicas.

 

Además, los primeros días de trabajo se deben tomar con calma, priorizando aquellos asuntos que sean de mayor importancia, pero sin querer poner todo al día y bajo control en poco tiempo tras las vacaciones.

 

Por último, no hay que olvidar que, aunque las vacaciones hayan finalizado, se debe seguir contando con ratos de tiempo libre para disfrutar de las aficiones, pasar tiempo con los seres queridos y descansar.

 

- ¿Tienes síndrome postvacacional? Estos son los trucos para superarlo.

 

Las personas que hayan finalizado ya su periodo vacacional y noten el malestar o el conjunto de síntomas propios del síndrome vacacional, pueden seguir una serie de recomendaciones para salir de él lo antes posible.

 

Lo primero de todo, "es fundamental que sepas que es temporal, y por lo tanto, no seas duro contigo mismo, sino amable. Eso quiere decir, tenerte paciencia y ser comprensivo contigo mismo y estar sereno cuando por ejemplo, no vayas tan rápido hacer las cosas, por equivocarte, por tener dificultad de mantener la atención, por tener sueño y sentirte agotado…", aconseja Pascual.

 

Este factor es muy importante, ya que "si te presionas, te machacas, te sobreexiges o, por el contrario, evitas y aplazas los asuntos laborales, el síndrome va a permanecer más dentro de ti y puede empeorar", añade la experta, que también divulga otros temas en su cuenta de Instagram @juliapascualpsicologa (https://www.instagram.com/juliapascualpsicologa/?hl=es).

 

"Te recomiendo que cada mañana, antes de ir al trabajo, cuando estés en el lavabo y frente al espejo y te estés dando tus últimos retoques te preguntes sobre qué vas a hacer durante el día, como si no tuvieses síndrome vacacional. De todas las ideas que te plantees, elige una, la que sea más sencilla de realizar y realízala durante el día", marca la experta como una rutina.

 

Por lo tanto, "para salir de este síndrome, lo mejor es hacer pequeñas acciones como si no existiera, y el día menos pensado, realizando estas pequeñas acciones saldremos de él. Por el contrario, si te vuelves un experto en postergar y evitar las tareas laborales que más fastidio te dan cada día, te van a pesar más y más, y esa carga fácilmente se puede transformar en un problema de ansiedad o depresión", concluye Pascual.

 

(Elena Iglesias, Salud, 20 Minutos, 18/08/21)