El cambio de "chip" ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 86/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 61.- El cambio de "chip"

 

"Lo que hace un problema de un problema es que contiene una contradicción" (José Ortega y Gasset).

 

"Cambia de "chip", de perspectiva, de actitud y no tropieces más en la misma piedra, tratando de resolver tus conflictos y problemas con los mismos pensamientos distorsionados que los crearon".

 

Quien ha sufrido o sufre una tragedia, ha padecido o padece una gran enfermedad, todo lo relativiza y deja de preocuparse de bagatelas y de hacer un drama por todo. Vive al día, el ¡ahora!, y lo disfruta porque sabe que es lo único de que dispone y nadie puede arrebatárselo. El aprendiz de sabio no necesita pasar por tragedias o graves enfermedades para llegar a la misma conclusión. Por eso, por mal que le vayan las cosas, descubre alternativas, se engancha a la esperanza y encuentra nuevos motivos y horizontes en su vida.

 

En mi libro 'La educación inteligente' (Temas de Hoy, 2002) la tesis central es que si persistimos en intervenciones educativas desafortunadas, desmotivadoras y paralizantes, el educando no cambiará su conducta improcedente, peligrosa, negativa o irresponsable y se instalará cómodamente en el pasotismo, la gandulería y el fracaso escolar. Por más que sus padres le digan a cada momento que es un desastre, que están hartos de su conducta, que es un fracasado o que no será nada en la vida, el niño o adolescente no mejorará, al contrario, se estancará y parapetará en el negativismo. ¿Por qué? Porque sus padres y educadores no saben cambiar de "chip", de perspectiva, de actitud, y año tras año tropiezan en la misma piedra, pretendiendo que el educando cambie con intervenciones educativas desafortunadas.

 

'¿Qué hace la educación inteligente?' Aplicar intervenciones afortunadas e inteligentes, que proporcionan al educando un camino atractivo, deseable y posible para adoptar una conducta responsable y con deseos de colaborar y de mejorar su conducta.

 

Sea cual fuere el problema a que nos enfrentamos, siempre es posible encontrar alternativas y soluciones al menos parciales. Ahí van algunas medidas que adopta el aprendiz de sabio:

 

- No meterse en problemas y plantearse los menos posibles, salvo en caso de extrema necesidad.

 

- Si te resulta imposible librarte de un problema, dulcifícalo y aprende a convivir con él, y si es posible sácale algo de rentabilidad.

 

- Casi siempre la forma más eficaz e inteligente de afrontar un problema es resolviéndolo, pues ¡resuélvelo!

 

- Hay problemas que exigen que los abordemos por partes para una solución más rápida y eficaz: ¡divide y vencerás! Se come antes la manzana y se digiere mejor si te la comes a trocitos, que metiéndotela toda de una vez en la boca.

 

- No te apuntes al gremio de los quejicas y cantamañanas que gastan más tiempo y energía en hablar de sus problemas que en afrontarlos.

 

- No hay problema sin problema, sin punto débil. Encuéntralo y hallarás la solución.

 

- No te conviertas en burro de carga de los problemas ajenos, pero tampoco debes cargarlos sobre las espaldas de los demás.

 

(Bernabé Tierno)