Rechaza la violencia ('Aprendiz de sabio', Bernabé Tierno, 83/126)


Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida

 

- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.

 

- 58.- Rechaza la violencia.

 

"La violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias" (Forges).

 

"Los necios e inconscientes a lo largo de la historia de la humanidad han pretendido cambiar el mundo violentando la voluntad y destruyendo las vidas de quienes se han opuesto a sus ideas y propósitos. El aprendiz de sabio siente repugnancia interioe por cualquier tipo de violencia, respeta la vida y las ideas ajenas y limita su acción y enfrentamientos a los que pueda tener consigo mismo. Su único objetivo no es otro que la paz y lograr las cotas más altas de plenitud, equilibrio y armonía interior, que se haga extensiva y redunde en el buen entendimiento y armonía con los demás".

 

La noticia de portada en todos los periódicos de hoy es verdaderamente escalofriante: "Los terroristas chechenos del comando islamista siguen reteniendo en un colegio de Osetia del Norte a más de mil quinientos rehenes, de los que la mayoría son niños". Veo las noticias en la televisión y en estos momentos dicen que, tras el asalto de las fuerzas especiales rusas, han muerto más de cuatrocientas personas y la mitad son niños. Una terrorista chechena dice: "Quiero vengarme; mataron a mi hermano y quiero quitarle la piel a los soldados rusos con mis propias manos". Odio que engendra más odio...

 

Las conductas agresivas, de malos tratos, de terror y de extrema violencia, son el pan nuestro de cada día. Siempre tras el violento, el terrorista o el asesino se encuentra un ego herido, frustrado o humillado. Alguien que ha acumulado un inmenso odio, un rencor que necesita tomarse la revancha y sus deseos de venganza.

 

No va desencaminado Forges cuando afirma que "la violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias". Como el otro no es como tú, no piensa ni vive como tú, tienes miedo, te sientes inseguro; no te aportan seguridad tus propios pensamientos.

 

¡Hace miles de años que el hombre existe sobre la tierra y todavía no ha aprendido a vivir plenamente su vida y a dejar que cada cual viva la suya! Hay algo de lo que estoy seguro, amable lector, y es que sea cual sea tu edad, bagaje cultural y nivel socioeconómico, tienes o has tenido cerca de ti a alguien que se cree en el derecho y en la obligación de corregirte constantemente, de hacerte advertencias y de organizarte la vida. Sentirte de forma permanente observado, corregido y criticado es verdaderamente estresante y agobiante. Advierto que buena parte de lo que ha venido en llamarse "violencia doméstica" podría cortarse si aprendiéramos a respetar la forma de ser y de actuar del otro y exigiéramos desde el principio que el otro aprendiera a respetar también nuestra forma de ser y de comportarnos.

 

Todas las violencias, grandes o pequeñas, domésticas o mundiales, las llevaron a cabo personas con mente controladora y posesiva, que se creían con derecho a ejercer un dominio sobre los demás y pretendieron cambiar el mundo violentando las voluntades y destruyendo las vidas de quienes se opusieran a sus ideas y propósitos.

 

(Bernabé Tierno)