Aprendiz de sabio. La guía insuperable para mejorar tu vida
- Tercera parte: Cien "lecciones-reflexiones" de sabiduría esencial que deben ser bien meditadas y llevadas a la práctica en la vida cotidiana.
- 75.- Relaciones humanas: "Dime con quién andas...".
"Júntate a los buenos y serás uno de ellos" (Miguel de Cervantes, 'El Quijote').
"Propicia el contacto con amigos, vecinos, compañeros y personas bondadosas, positivas y optimistas, porque "quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija". Haz reuniones con cierta frecuencia; rodéate de personas cercanas y afines a tus gustos e ideales, y disfruta al ver gente feliz a tu lado. El aprendiz de sabio hace suya la dicha de sus semejantes y su espíritu se motiva y tonifica al saber que con su trabajo y por su causa algunos de sus semejantes viven mejor o son más felices".
Por mi profesión como profesor y educador durante bastantes años y como psicólogo en ejercicio hasta hoy, en incontables ocasiones, me preguntan los padres cuál puede ser la causa de que sus hijos, que hasta hace poco eran responsables y obedientes, se conviertan en unos cómodos, gandules, respondones y descarados. Mi respuesta es siempre en forma de pregunta: "¿Sabes con qué tipo de amigos anda tu hijo?", porque ahí está la clave. Los amigos, a partir de la preadolescencia, determinan en buena medida la conducta de cualquier niño, salvo que los padres estén bien atentos y no permitan que malas influencias tiren por tierra la buena educación y los hábitos que sus hijos han adquirido en el hogar.
Podríamos pensar que las buenas compañías sólo son necesarias para nuestros hijos, pero no son menos necesarias para nosotros los adultos. Yo diría que todavía debemos ser más selectivos en cuanto a nuestras amistades.
Las personas sinceras, generosas, sencillas, bondadosas y respetuosas son un tesoro, y si tenemos la suerte de contar con amigos y vecinos con estas cualidades, y además son alegres y muy positivos, estaremos de suerte. Todos se benefician de todos y se enriquecen cuando se crean fuertes lazos de amistad entre la buena gente. Mantener una confiada y estrecha relación entre familias, que se llevan como si fueran hermanos, es una garantía tanto para los hijos como para los padres.
No sé si fue san Agustín quien dijo que se puede vivir sin un hermano, pero no se puede vivir sin un buen amigo. Lo dijera quien lo dijese es una gran verdad.
El aprendiz de sabio carga sus pilas en las buenas amistades, en disfrutar de ellas y en hacer lo posible por que sus allegados y amigos más íntimos se sientan gratamente acogidos y queridos.
Si no hace mucho decíamos que el aprendiz de sabio procura rodearse de personas más inteligentes que él para trabajar a su lado como colaboradores, a la hora de buscar amigos y compañeros intenta encontrarlos entre los más bondadosos y virtuosos.
Cervantes, como en no pocas ocasiones, da en la diana: "Júntate a los buenos y serás uno de ellos", y yo añadiría: "y eliminarás así la mayoría de los problemas y sinsabores".
(Bernabé Tierno)
